Muammar al Gaddafi; Conocido como un revolucionario político libio, es el líder de facto de su país desde el 1 de Septiembre de 1969. Fue tras el golpe de Estado que derrocaría al Rey Idris I, que un joven Gaddafi de tan solo veintisiete años asume el poder.
Nadie imaginaba que durante los próximos cuarenta y dos años permanecería al mando de una implacable dictadura personal, ni los desmanes que cometería en este tiempo.
Desde una temprana edad presentaba intereses políticos. Era un incondicional discípulo del líder y nacionalista egipcio Gamal Abdel Nasser. Fue durante su educación militar donde nace la idea de derrumbar la monarquía en Libia, para así dar paso a una nueva era de restructuración.
Asociándolo a una patología, se manifiestan
varios rasgos de lo que se puede considerar
un Trastorno Antisocial de la Personalidad
(TPA). Este trastorno de naturaleza psíquica,
conocido también como sociopatía, origina
en quienes lo padecen una pérdida en la noción
de la importancia de las normas sociales,
tales como los derechos humanos.
Se establece en el DSM-IV que estas personas
“presentan un patrón general de desprecio y
violación de los derechos de los demás, que
comienza en la infancia o el principio de la
adolescencia y continúa en la edad adulta”.
Si bien se conoce poco sobre el pasado de
Muammar al Gaddafi, sus comportamientos
destructivos manifiestan sin duda la presencia
de algún tipo de trastorno.
En primera instancia, su evidente carisma,
su imagen de militar rebelde y sus iniciativas
anticolonialistas llevaron a muchos a percibirlo
como el “Che Guevara Árabe”.
Sin embargo,
Gaddafi no tardaría en mostrar la otra
cara de la moneda. Impulsado por ideologías
panarabistas, decide financiar y patrocinar
generosamente el terrorismo y la insurgencia
armada. Gaddafi brinda financiamiento a organizaciones
que comparten sus ideales anticapitalistas
revolucionarios tales como las
FARC, ETA y Abu Nidal. La personalidad Antisocial
necesita de una constante sensación
de superioridad y dominación. Necesita colocar
a su víctima en situaciones de sumisión
y deshumanización que generen temor. Es
notoria la presencia de un patrón general de
desprecio y violación de los derechos, adicionalmente
presenta una evidente agresividad
que se manifiesta mediante actos violentos
que parecen carecer de empatía.
Otra marcada característica diagnóstica del
Trastorno Antisocial de la Personalidad es la
falta de constancia y volubilidad que Gaddafi
ha mostrado mediante varias transformaciones
en su alineación geopolítica a su conveniencia.
A lo largo de su régimen ha tenido
una estrecha relación con el panarabismo,
el anticomunismo, el pro-sovietismo, entre
otros.
Recientemente, a raíz de la insurgencia de
la oposición en Libia, Gaddafi ha empujado
a su ejército a iniciar una fuerte ofensiva armada
contra los rebeldes a quienes ha catalogado
como “cucarachas”.
Conjuntamente a sus fuerzas armadas,
se incluyeron a mercenarios
de países vecinos debido a la negativa
de algunos oficiales de llevar a cabo las
órdenes de su líder. En palabras del investigador
de Human Rights Watch, Peter Bouckaert:
« [Se han] visto imágenes de miles de
prisioneros asesinados, vendados y atados,
muchos vestidos con uniformes militares y de
policía. Según la fuente que nos las suministró,
habían rechazado la orden de disparar
contra la población civil, y fueron ejecutados
por las propias fuerzas de seguridad».
Cansados de sufrir la violencia de Gaddafi el
pueblo Libio se rebela en contra de este gobierno
autocrático. Sin embargo, ignorando
tanto a organizaciones mundiales como las
Naciones Unidas y a mandatarios de otros
países, Gaddafi insistió en que no dejará el
poder y que si fuese necesario, moriría como
mártir de su pueblo.
En referencia al Manual Diagnóstico y Estadístico
de los Trastornos Mentales (DSM-IV) y a los
factores expuestos anteriormente, los rasgos de
la personalidad de Muammar el Gaddafi tienen
una alta correlación con los Criterios Diagnósticos
del Trastorno Antisocial de Personalidad.
Comenzando por un “un patrón general de desprecio
y violación de los derechos de los demás”
que se manifiesta en la forma de los siguientes
ítems del manual:
• Fracaso para adaptarse a las normas sociales
en lo que respecta al comportamiento legal,
como lo indica el perpetrar repetidamente actos
que son motivo de detención
• Irritabilidad y agresividad, indicados por peleas
físicas repetidas o agresiones
• Despreocupación imprudente por su seguridad
o la de los demás
• Falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia
o la justificación del haber dañado,
maltratado o robado a otros
Adicionalmente, se presentan rasgos impulsivos
corroborados no solo por sus acciones sino también
por opiniones de quienes lo conocen, por
ejemplo el ex-presidente argelino Houari Bumedián
quien expresa que “Gaddafi era un dirigente
inmaduro y exaltado del que no podían
esperarse más que acciones aventureras”.
¿Será necesaria una Guerra Civil o una visita al
terapeuta?
Elaborado por: Verónica Gallardo.
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