Por: Ps.Cl. Miriam P. Mora G.
¿PODEMOS SER FELICES EN EL PLANETA TIERRA? ¿EN OTRO PLANETA?
- UNA MIRADA A LA ECOSICOLOGìA.
En forma natural, desde que existe el planeta tierra, este ha sido bombardeado por toda clase de ondas electromagnéticas, las cuales son originadas por procesos o fenómenos meteorológicos tales como las manchas solares, los rayos, el magnetismo terrestre, etc. Sin embargo, desde el siglo pasado estos procesos, que estaban en armonía con los ecosistemas, se han visto intensificados por actividades antropogénicas, las cuales están ocasionando que el planeta esté siendo bombardeado por el propio ser humano, con la pérdida de lo que yo llamo la “ecoarmonía”, es decir de la salud del planeta.
¿Qué es la salud?
Salud (del latìn "salus, -ūtis") es el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de infecciones o enfermedades, según la definición de la Organización Mundial de la Salud realizada en su constitución de 1.946. También puede definirse como el nivel de eficacia funcional o metabólica de un organismo tanto a nivel micro (celular) como en el macro (social). En 1992 un investigador agregó a la definición de la OMS : "y en armonía con el medio ambiente", ampliando así el concepto.
Por tanto establecemos que “Salud es sinónimo de armonía, es decir, de equilibrio” y obviamente, “Enfermedad es sinónimo de desarmonía, es decir, desequilibrio”. Desde el punto de vista de la psicología, un aspecto importantísimo de la salud integral es la “Salud mental”.
¿Qué es el ambiente?
Considerando al ambiente como el depositario del “todo”, podemos definirlo como “el Superconjunto formado por todos los aspectos físicos, químicos, biológicos, geológicos, geográficos, históricos, socio económicos y sicológicos que interactúan entre sí y, que de una u otra manera influyen en la conducta y el sistema de vida de todos los organismos, incluido el hombre”.
Merriam-Webster define salud mental como: “estado del bienestar emocional y psicológico en el cual un individuo pueda utilizar sus capacidades cognitivas y emocionales, funcionar en sociedad, y resolver las demandas ordinarias de la vida diaria.”[1] Por lo que podemos indicar que para gozar de una perfecta salud mental, es también necesario cumplir con el parámetro imprescindible de la salud, es decir, la armonía, estar en armonía con nosotros mismos y con el entorno.
¿Cuáles son los factores que influyen en la pérdida de la “armonía”, es decir en la pérdida de la “salud”?
Según el reporte de LaLonde, del año 1.974 realizado en Canadá, sugiere que existen cuatro determinantes generales que influyen en la salud, a los cuales llamó: “ambiente”, “biología humana”, “Forma de vida” y la “organización del cuidado de la salud"[2], de las cuales, obviamente las tres últimas están profundamente relacionadas con la primera.
Por lo tanto, el ambiente también se enferma y la causa es su principal usuario: el hombre. La forma más común en que llamamos a la enfermedad del ambiente es… ¡Contaminación! La contaminación del ambiente no es otra cosa que la “Introducción al ambiente de cualquier forma de materia o energía, que le cause daño” es decir que rompa el equilibrio en el que todos los constituyentes ambientales deben existir.
Un informe, publicado el 4 de marzo de 2008 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), advierte que "la contaminación del aire va a tener efectos crecientes sobre la salud a nivel mundial"; y si no se hace nada para remediarlo -como ha venido sucediendo hasta ahora-, advierte, en 2030 "el número de fallecimientos prematuros relacionados con el ozono troposférico se multiplicará por cuatro"[3].
Todo tipo de contaminación afecta a la salud tarde o temprano
Muchas enfermedades son ocasionadas por la contaminación y los elementos ambientales. Como hemos establecido, la salud y la enfermedad son producto de la interacción entre el ser humano y su medio ambiente, físico, psicológico, natural y social, esta interacción ha dado origen a una serie de enfermedades de todo tipo, predominando las enfermedades alérgicas, pero también producen enfermedades crónicas, anomalías congénitas y trastornos en la reproducción, envenenamientos, dermatitis, problemas en el crecimiento y desarrollo integral y en el aprendizaje, entre otros.
Entre los problemas de salud sociales más severos destacan, enfermedades físicas (cáncer), psíquicas (las provocadas por el stress, la competitividad) y las llamadas sociales (obesidad, sedentarismo, además de la violencia los provocados por la contaminación por ruido y por la contaminación visual, que afectan tanto la salud física como la mental.
¿Qué debemos hacer para recuperar el equilibrio, es decir, la Salud del planeta?
Generalmente las políticas ambientales de los gobiernos del orbe, (incluido el nuestro), destinan grandes recursos –económicos y humanos- a mitigar los efectos de la contaminación lo que orienta acciones hacia las consecuencias, pero deberían también ir acompañados de esfuerzos para eliminar o disminuir sustancialmente las causas, es decir, utilizar procesos de producción más limpia mediante el uso de insumos menos contaminantes.
Pero lo más importante es tomar conciencia de que la labor de salvar al planeta, es decir salvarnos a nosotros mismos de nuestras propias acciones, no es responsabilidad solamente de los Gobiernos, sino, fundamentalmente, de cada individuo de la raza humana mediante la adquisición de una férrea voluntad de crecer y madurar como sociedades e involucrarnos de una vez en los debates de las problemáticas que nos conciernen.
Debemos, de una vez por todas dejar de lado la filosofía del desarrollismo a ultranza y del consumismo inmisericorde y aplicar los principios de la ECOSOFIA , es decir
“¡VIVIR Y NO DESTRUIR!”
Y añadimos: ¡Vivir para ser felices, PUES SOLAMENTE LO PODEMOS SER EN ESTE PLANETA!
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